“La Asociación Ecologistas en Acción de Extremadura, al igual que más de 5000 ciudadanos de la comarca, políticos de distinto signo de la zona y varias plataformas ciudadanas se han dirigido al Ministerio dentro del plazo para presentar sugerencias a la memoria-resumen del proyecto de central térmica manifestando su rechazo a la misma y exponiendo argumentos por los que se debe rechazar este proyecto.”
Desde esta Asociación destacan que en todas las localidades el rechazo ciudadano es mayoritario y que no parece vinculado con las opciones políticas que gobiernan y se alegran de que muchos representantes políticos, de todos los partidos, de la comarca ya han manifestado su oposición expresa a estos proyectos de centrales térmicas, este rechazo incluso se plasmó en programas municipales de PSOE, PP; IU, Los Verdes y partidos independientes.
En sus sugerencias desde Ecologistas en Acción de Extremadura han indicado al Ministerio de Medio Ambiente los motivos por los que consideran que bajo ningún concepto está fundada la necesidad de esta instalación y por ello la principal de las sugerencias es que no se continúe con este estudio ambiental, por el impacto que sobre el medio ambiente y la salud de la población puede provocar, y por lo innecesario de la misma en Extremadura.
Explican que Extremadura tiene un gran excedente de producción energética; de hecho, un 70-80% de la producción se consume fuera de la región. En el hipotético caso de ser necesaria creen que sería más lógico producirla más cerca del lugar de consumo. Además indican que existe una manifiesta sobrecapacidad de generación de energía eléctrica en el sistema eléctrico peninsular.
Esta nueva central térmica contribuirá a aumentar las emisiones de CO2, en contra del Protocolo de Kioto y de la política medioambiental adoptada por los principales países del mundo, incluido España, que apuestan por un Desarrollo Sostenible basado en Energías Renovables, no contaminantes.
Los principales medios de vida de la región, agricultura, ganadería y turismo, se verán afectados negativamente, debido a la contaminación, al desprestigio de los productos obtenidos, y a la degradación del interés turístico al disminuir la calidad ambiental, especialmente del aire.
La utilización de gas para la producción de electricidad genera una dependencia directa de otros países, en vez de utilizar recursos propios de la zona. Además denota una falta de previsión de futuro ante el previsible agotamiento del mismo.
La mayoría de los beneficios obtenidos con esta explotación no repercutirán en la región sino que se los llevará una empresa de capital extranjero, suizo concretamente, de dónde es la empresa inversora.
Las emisiones contaminantes (Óxidos de nitrógeno NO2, monóxido de Carbono CO, Compuestos orgánicos volátiles, SO2, partículas), junto con el incremento asociado de niveles de ozono troposférico afectarán negativamente a la salud de los ciudadanos del entorno, en primer lugar a través del aire, pudiendo producir todo tipo de afecciones de las vías respiratorias, como alergias, bronquitis, asma e incluso cáncer. En segundo lugar, los elementos contaminantes pasarán a la cadena alimenticia, a través de las plantas y los animales, pudiendo provocar desequilibrios hormonales, trastornos inmunitarios, gastrointestinales e incluso neurológicos.
El escaso régimen de vientos de la zona, los recurrentes fenómenos de inversión térmica y la escasa distancia a muchas poblaciones como Valverde de Mérida, Don Álvaro, Villagonzalo, Valdetorres, San Pedro de Mérida, Trujillanos, Mérida, Alange, La Zarza o Guareña aumentaría aún más si cabe el impacto negativo sobre la salud.
También han llamado la atención sobre la proximidad de diferentes espacios protegidos por la Red Natura 2000 y por la propia C. A. de Extremadura, como el Parque Natural de Cornalvo, con lo que sería muy importante tener en cuenta los efectos negativos que sobre la conservación de estos espacios naturales podría tener, y consideran necesario que se estudien en profundidad estas posibles afecciones.
Las emisiones contaminantes podrían afectar a la cercana ciudad de Mérida, ciudad patrimonio de la Humanidad; la lluvia ácida que podría provocar esta central puede afectar a los monumentos allí presentes así como a otros monumentos valiosos de la comarca.
Creen que la realización de este proyecto debería conllevar una línea de indemnizaciones no previstas en el proyecto a cargo de la empresa para compensar a todos los ciudadanos y empresas perjudicados económicamente y en este sentido debe preverse cómo se compensan las grandes inversiones que han realizado agricultores y ganaderos ecológicos del entorno afectado, dado que previsiblemente se verían empujados a trasladarse a otro lugar con el coste que esto conlleva y el perjuicio social que se genera. Parafraseando el conocido principio “el que contamina paga”, los costes por los daños que se ocasionen deberían aplicarse a estas centrales térmicas.
Destacan como otro aspecto a considerar el importante rechazo social que ha generado el proyecto en el entorno que, según sus datos, se ha traducido en más de 750 sugerencias en contra, de ciudadanos empadronados en Valverde de Mérida, más de 400 escritos en el mismo sentido de ciudadanos de la cercana población de don Álvaro, más de 2000 escritos en contra de ciudadanos de Guareña y cientos de ciudadanos de San Pedro de Mérida. A todas ellas hay que sumar la oposición ya conocida a estas plantas energéticas de combustibles fósiles de la inmensa mayoría de ciudadanos de La Zarza y Alange que presentaron alegaciones a los proyectos de su localidad. De hecho ya existen cinco plataformas locales contra las térmicas en Alange, La Zarza, Valverde de Mérida, Don Álvaro y Guareña.
Consideran que dadas las características de esta Región sería mucho más idóneo que las instalaciones de producción energética se instalen más próximas al lugar donde se necesite, evitando el impacto y las pérdidas en su transporte. Creen que se debería apostar más decididamente por políticas de ahorro y eficiencia energética y por alternativas renovables como la energía solar que aprovechada en tejados de viviendas y naves industriales tendría un escaso impacto. En este sentido la memoria carece de alternativas al proyecto, las cuáles son obligatorias según la legislación de impacto ambiental; las alternativas de ubicación, por ejemplo podrían ser en sitios más cercanos a los grandes núcleos de consumo del estado. También faltan otros tipos de propuestas de alternativas a la planta proyectada, por ejemplo, instalaciones de producción de energía renovables.
En definitiva consideran que la memoria-resumen presentada no valora suficientemente todos los perjuicios ambientales expuestos y estiman que no se compensarían con los supuestos beneficios económicos que podría generar esta central térmica en Valverde de Mérida.
Desde esta Asociación han pedido al Ministerio que se rechaze el proyecto de central térmica de ciclo combinado en Valverde de Mérida, no continuando el proceso de evaluación de impacto ambiental ante la gravedad de los impactos que puede provocar y el gran rechazo social que suscita.
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